Després de dotze dies de navegació, la retina de Josep Maria de Sagarra per fi deixa enrere el Mediterrani i s?obre a tots els blaus de l?Atlàntic. És el 1937 i acaba de passar la nit de Cap d?Any a bord del "Commissaire Ramel", on s?ha embarcat fugint de la guerra que comença a incendiar el continent europeu. Però el seu exili es converteix immediatament en lluna de mel.
D?aquest viatge singular en va sortir "La ruta blava", la crònica vibrant d?un català pel món. Hi ha la salabror picant del port de Marsella, la corba insular de les Antilles i la gran poesia mecànica del canal de Panamà. També el cor sobre el Pacífic, on vola l?albatros baudelerià i els tripulants s?aboquen a vils sainets després de tants dies a alta mar. Destinació final: Tahití.
Llavors el que prometia ser el paradís autèntic, entre lagons fúlgids i cocoters, es converteix en una cosa encara més interessant: en un país real. És tot un món que desfila pel seu quadern, ple de comerciants xinesos, hotelers txecoslovacs, turistes americans fets de sucre, vells amb barba blanca i pareu, i les dues criatures de qui Sagarra es fa amic al món petit de Bora Bora...
Fins que la retina s?acostuma a la llum de nous colors, i ja trobes a faltar els de casa: ?Per això només accepto Punaauia com un parèntesi que no pot durar gaire, perquè, a mesura que he anat penetrant dintre el gust d?aquest país, m?he convençut que més m?estimo morir fusellat a Europa que coronat de flors i picat de mosquits dins la petxina de nacre de la Polinèsia.? D?aquesta matèria estan fets els grans viatges.

El poeta y dramaturgo catalán Josep Maria de Sagarra (1894-1961) se exilió en Francia al comenzar la guerra civil en Barcelona. Recién casado, aprovechó un dinero que le regaló Cambó para hacer un viaje a los Mares del Sur que se extendió de diciembre de 1936 a julio de 1937. "La ruta azul", publicado en los años cuarenta en castellano como "El camino azul", es un interesante relato de aquel extrañamiento dentro del extrañamiento, en que a las estampas y anécdotas locales se unen los ecos de la guerra. La actual edición, íntegra e ilustrada, recupera extensos pasajes eliminados por el autor en el primera.

La millor prosa de Sagarra explica Verdaguer i el seu temps. 2a edició.

Els famosos textos de "Mirador", retrat de la Catalunya bategant dels anys 30. Primera edició amb índexs temàtics.

Una letra de cambio impagada, detonante de un chantaje de trágicas consecuencias urdido por un gigoló nihilista, levantará los tejados de la alta sociedad barcelonesa de los años treinta ?la que todavía frecuentaba el Colón y la Maison Dorée, jugaba a encanallarse en el Gambrinus o La Criolla y asistía, con una mezcla de desdén y pánico, a los cambios provocados por la Exposición Universal y el paso de la dictadura a la República?, revelando un universo decadente de aristócratas arruinados, entretenidas de oropel, parvenus impresentables y asfixiante miseria moral. En 1932, el irrepetible Josep Maria de Sagarra ?el poeta más popular de Cataluña, el traductor de Dante y de Shakespeare, el dramaturgo más aplaudido y el periodista más leído de su tiempo? se encerró durante dos meses en la biblioteca del Ateneo para demostrar que la «Gran Novela Catalana» era posible, y lo consiguió: Vida privada se convirtió en el mayor éxito novelístico de la época; obtuvo el Premio Creixells de aquel año, vendió más de cinco mil ejemplares... y ocasionó un escándalo equiparable al de Plegarias atendidas de Truman Capote, que le valdría a su autor, aristócrata de nacimiento, la excomunión de todos aquellos que se reconocieron en las páginas del libro. Su pluma, cargada con la misma gasolina que gastaba Paul Morand, perfumada con el volátil alcohol de monóculo de Valery Larbaud, a caballo entre la evocación proustiana y la crónica contrapuntística a la manera de Huxley, levantó acta de las convulsiones de su tiempo y compuso la elegía de su perdida patria espiritual: el ochocentismo, que por azares de la historia perduraría en la sociedad barcelonesa hasta el fin de la Gran Guerra, y cuya esencia cristaliza en el personaje más emblemático del libro, Pilar de Romaní, condesa de Sallent, cuya muerte cierra la historia y clausura una época. Pese a su deslumbrante prosa y su gran altura literaria, Vida privada fue calificada de «escandalosa e inmoral», y no fue autorizada por la censura franquista (y con no pocos cortes) hasta bien entrada la década de los sesenta, para ser descubierta por una generación de novelistas (Juan Marsé, Vázquez Montalbán, Terenci Moix, Eduardo Mendoza, Félix de Azúa y un largo etcétera) que no dudó en reivindicarla como lo que es: un clásico incontestable de la novelística europea.

Recopilació i comentaris de Lluís Permanyer. Tota la poesia satírica de Sagarra. Llibertat d'expressió i domini de la llengua i el vers. 6a edició.